Inocencia , alias
“Chencha.es”
Querida Chencha.es,
No recuerdo el día en que tú y
yo nos separamos. Y tengo que decirte que ha pasado mucho tiempo y ahora te
estoy buscando por Twitter, Facebook, Google+, Skype y alguna que otra más red
social. Porque, te cuento, que ahora en internet se encuentra todo, pero resulta que no te veo. ¿Estás escondida? Intuyo que sí, e intuyo que
no frecuentas esos lugares.
Los años que corren están
siendo complicados y la inocencia parece ser un artículo de lujo al que pocos
acceden. Es curioso, pero creo que en general eres temida. Yo te tengo miedo,porque parece que inocencia se
equipara a vulnerabilidad y eso, hoy en día, asusta. Es la era de los títulos,
las hinchadas de pecho, el creerte ser lo que no eres, aparentar, esconder, por
no decir mentir y engañar.
Pero yo voy a buscarte, te
necesito y no puedo esperar a que me encuentres porque puede que eso nunca
llegue.
Voy a pensar mucho en ti, hasta
lograr tenerte cerca, hasta lograr tenerte como contacto de whatsapp y así
poder hablar contigo instantáneamente, en cualquier momento.
Pienso en el impacto que genera
la inocencia cuando aparece. Como un
niño al cual le dices que se crea que es un león, que está en plena sabana
africana y no sólo eso, que es el Rey León!. Obsérvale aténtamente, su mente se
lo está creyendo y su cuerpo y cara van cambiando, adquiriendo la postura del
león que es. Es gracioso y más gracioso es cuando ese niño, esa ilusión, hace
que tú también te conviertas en un león ¡ruges y todo!
A mi me encanta rugir, sentir
mis colmillos, mis amplias y fuertes mandíbulas y mi precioso pelaje, mientras observo, con serenidad y sabiduría ,la
sabana bajo un Baobab, sintiendo la cálida temperatura…
Y más me gusta haberte vuelto a encontrar,
querida Inocencia. Te agrego como nuevo contacto, pero como contacto de diario, de verdad. Se que tú y yo podemos hacer muchas cosas juntas. Porque opino
que ser inocente puede hacer que luchemos por aquello en lo que creemos. En ponerle
ilusión e imaginación. En sentirte orgulloso y poderoso, e incluso en contagiar
tu ilusión y tu energía a los demás. En entusiasmar y fascinar. ¿Suena bien
verdad?. Algo así sólo puede ser verdad.
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