0,49 céntimos de
euro
0.49 céntimos de euro es lo que hoy ha ha dado sentido a mi
día. Me ha aportado un aire de felicidad, a mi y a él. Lo se, por una simple
mirada y un simple gesto.
Pedir ayuda es un acto de valentía que no resulta fácil,
sobre todo cuando sientes que tu vida no es como quieres, fuiste alguien y
ahora no eres nadie, eso piensas tú. Te sientes diferente a como eras hace
tiempo y a los demás. Ves que la vida pasa por delante de ti y no eres capaz de
pararla y mirarla a la cara, te supera.
Intentas cambiar la situación, cada día, y algunos no te
hacen caso, otros ni te miran a la cara, otros te miran pero no te ayudan y con
suerte otros te ayudan y a la vez tú les ayudas a ellos. Ya que el que ayuda de
verdad le sale del corazón y tiene necesidad de hacerlo, se sentirá satisfecho
de haberlo hecho y tú ese día podrás comer.
Piensa que todos tenemos parte de responsabilidad en los
demás. Si puedes comprar una barra de pan por 0.49 céntimos a alguien
necesitado, hazlo. Si alguien tira basura al suelo dile que eso no está bien,
si alguien te atiende mal díselo, reclama no te quejes.
Desde luego que cada uno tiene su vida, su manera de vivir y
que no hay que meterse en la vida de los demás, pero busquemos un bien común,
empaticemos, respetemos y seamos honestos. Con todo esto estoy segura de que
haría la vida más fácil y alegre.
Prueba a ayudar a alguien, te ayudarás a ti mismo. Y si esto
te ha servido de ayuda o quieres compartir cómo has ayudado, dímelo, tú también
me ayudarás a mi, no lo olvides.